lunes, 24 de octubre de 2011

Los validos en el siglo XVII

En el siglo XVII los reyes absolutistas delegaban todos sus poderes en personas de confianza conocidas como los validos y quienes, a pesar de su gran importancia en política, no eran nombrados como tales de manera oficial y contaban con el poder tanto como durara la confianza que el rey ponía en ellos.

El valimiento es la única estructura de gobierno tomada por los conocidos Austrias Menores de la monarquía hispánica, aunque no fue una práctica única de esta corona. En Francia, Luis XIII nombró a RIchelieu como su valido y, posteriormente, a Mazarino. La razón del uso del valimiento no está clara. Podría ser la complejidad cada vez mayor de las labores de gobierno, o quizás que, de esta manera, las responsabilidades y con ellas las críticas caían en el valido y no en el rey. En algunos casos incluso podía estar impulsado por puro ocio, como Felipe III, quien se dedicaba casi plenamente a la pintura, la caza y el teatro.

Felipe III (1598-1621*) nombró valido al duque de Lerma y llevó a práctica una política de paz contraria a lo que se había practicado en el reinado de su padre Felipe II. El duque de Lerma expulsó a los moriscos por ser cristianos poco convencidos y por apoyar a los turcos y berberiscos. Se expulsaron a 275.000 moriscos, lo que provocó, además de la pérdida de diversidad cultural, problemas demográficos en las zonas de Aragón, Valencia y Murcia, de donde los moriscos eran población campesina. El duque de Lerma fue destituido en 1621 por aprovecharse personalmente en exceso (ya que realmente la corrupción no era ni delito ni poco común) poniendo a su nombre rentas y propiedades y situando a su gente de confianza y familiares en puestos de la corte. Fue sustituido por su hijo el duque de Uceda, quien mandó construir el Palacio de los Consejos en la calle mayor de Madrid.

Felipe IV (1621-1665*) delegó su poder en el valido más famoso de la historia: el conde duque de Olivares, retratado varias veces por Velázquez. Llevó a cabo una campaña contra la corrupción anterior, aunque él mismo siguió practicando en clientelismo. Volvió a la política bélica practicada en el siglo XVI al reanudar la guerra contra la Holanda protestante y posteriormente contra Francia.

Conde duque de Olivares, por Velázquez































Hizo una serie de reformas administrativas, como la sustitución del sistema de Consejos por unas Juntas, y redactó el Gran Memorial en el que se presentaba su política de reforma y de recuperación de la grandiosa reputación de los Austrias Mayores. Para conseguir su ideal de monarquía hispánica unificada y poderosa quiso realizar una Unión de Armas. Con la toma de Francia del Rosellón, el conde duque quiso poner en práctica esa unión reclutando a soldados catalanes, pero las constituciones catalanas eran contrarias a este reclutamiento y el pueblo se sublevó (Corpus de Sangre, 1640). A raíz de esto, Olivares quiso coger tropas de Portugal para acabar con las revueltas, pero allí ocurrió lo mismo. Después surgieron brotes independentistas en Andalucía y Olivares fue destituido (1643). El segundo valido de Felipe IV fue Luis de Haro, quien apaciguó las revueltas en Andalucía y recuperó Cataluña, pero Portugal fue ya independiente a la corona hispánica hasta nuestros días.

Carlos II “el Hechizado” (1665-1700*) fue un rey enfermo y estéril. Su padre Felipe IV murió cuando él era sólo un niño y Mariana de Austria llevó a cabo una regencia hasta la mayoría de edad del heredero, que en el momento eran los quince años. La regente sufrió muchas presiones debido a las guerras exteriores y los conflictos interiores y recurrió al consejo de Juan Everardo Nithar, jesuita, por lo que los dominicos, tradicionalmente de la casa hispánica, se sintieron desplazados y traicionados. Carlos II tomó el trono en 1675, y bajo la presión de los dominicos y de Juan José de Austria (hijo bastardo de Felipe IV y a quién le fue prometido en su testamento un puesto de relevancia en la corte) destituyó a Nithar a favor de su hermanastro. Los otros dos validos del reinado de Carlos II fueron el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa, quien perdió el puesto por los continuos choques que tuvo con la reina Mariana de Neoburgo y por los enfrentamientos con la aristocracia tradicional y la Iglesia.

Carlos II de España, por Juan Carreño de Miranda.

Carlos II muere en 1700 dejando el trono en el testamento a Felipe de Anjou. Tras una guerra de sucesión entre este y el archiduque Carlos de Austria, Felipe de Anjou (Felipe V de España) tomó el trono. Este realizó grandes reformas administrativas (como la creación de una verdadera burocracia impersonal con grandes salarios para evitar la corrupción) y le devolvió el poder al Consejo de Castilla, acabando así el papel del valido en la política hispánica.


* Fechas del comienzo y fin de reinado de cada monarca. En el caso de Carlos II se incluye la regencia.

jueves, 13 de octubre de 2011

¿Qué es la Universitas Christiana?



   Literalmente: Universalidad Cristiana. Se conoce con este nombre al ideal del emperador Carlos V, que pretendía la unidad religiosa en Europa y la defensa del cristianismo frente a las amenazas de protestantes y el Imperio Turco. 


   Pensaba que como Emperador tenía responsabilidad con toda la cristiandad, y no sólo con una parte de ella: Intentó constituir un Imperio europeo bajo su mando y aglutinado mediante la fe cristiana, común a toda Europa. Esta idea europeísta buscaba la paz entre los príncipes cristianos, una reforma de la Iglesia que acabara con los conocidos abusos, la lucha contra la herejía y la guerra contra los infieles. Fue defendida por numerosos humanistas, aunque no por el Papa Clemente VII.

   Debido a esta idea de cruzada el enemigo era el Imperio turco de Solimán el Magnífico, aunque además se consideró a las propuestas protestantes como perturbaciones de la paz de la Iglesia. Carlos V, católico, se comprometió contra ellos.

   La Universitas Christiana, basada en la combinación de diplomacia y ejército, fracasaría finalmente debido a la enorme extensión y lejanía los dominios imperiales, la dificultad y lentitud de desplazamientos y comunicaciones (que imposibilitaba atender urgencias en el momento oportuno), la casi nula ayuda exterior y la oposición de otras fuerzas políticas dentro incluso de la cristiandad.

   Entre estas potencias rivales se encontraba la Francia de Francisco I: Carlos V y Francisco I estaban enfrentados personalmente desde la elección de Carlos V como emperador y por la herencia borgoñona, además de que ambos tenían un gran interés en el Mediterráneo occidental. Su enemistad era tal que Francia llegó a aliarse con el Imperio turco en contra de Carlos V. En total, Francia y España se enfrentaron en cinco guerras, luchando por Italia, especialmente por la posesión del Milanesado. La primera terminó con la Batalla de Pavía (1525) en la que el propio rey francés fue capturado, y en la segunda tuvo lugar el Saco de Roma (1527), acontecimiento que marcó las conciencias de la época y por el que el Papa Clemente VII (aliado de Francisco I) se vio obligado a coronar a Carlos V, vencedor, como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

   Otro de los frentes abiertos fue la lucha contra el Imperio Turco de Solimán el Magnífico: esta oposición entraba dentro de la idea de cruzada de la Universitas Christiana, pero además el Imperio Turco era un gran impedimento para el desarrollo del comercio, y los piratas berberiscos, como Barbarroja, saqueaban periódicamente las costas de Italia y del Levante español. La lucha contra el turco se puede dividir en:
  • Lucha por tierra: El Impero turco se expandía por Hungría después de la batalla de Mohacz en 1526 (en la que murió el rey húngaro Luis II, cuñado del emperador) y la ciudad de Viena llegó a ser sitiada, aunque Carlos V conseguiría romper el sitio y estabilizar más o menos la situación.
  • Lucha por mar: El problema de la expansión turca era aún más grave por mar, y las incursiones de piratas berberiscos fueron muy comunes. Aunque Carlos V no poseía una armada permanente que le permitiera luchar por mar, consiguió tomar Túnez en 1535. Después se aliaría con Venecia y el Papado y aunque Venecia se retiró, el emperador intentó tomar Argel, base de la piratería. Esta campaña resultaría en desastre, y la situación empeoraría cada vez más, siendo los turcos poseedores de la hegemonía en el Mediterráneo hasta la batalla de Lepanto (1571).

   Tras esta renuncia a la hegemonía mediterránea, Carlos V centra sus fuerzas en el norte de Europa, donde existe el conflicto con los protestantes. En la segunda década del siglo XVI, Martín Lutero, en ese momento sacerdote y Doctor en teología, había comenzado a predicar en contra de los principios de la Iglesia Católica, denunciando errores teológicos que según él se cometían, como la devoción por los santos, la corrupción y venta de bulas e indulgencias, entre otras cosas.

    Las ideas y críticas de Lutero se extendieron rápidamente y, aunque en un primer momento Carlos V buscaba el entendimiento para llegar pacíficamente a su ideal de Universitas Christiana, desde 1530 (Confesión de Augsburgo) su postura cambió y del diálogo se pasó a las armas: Lutero buscó la protección del príncipe Federico el Sabio de Wartburg, y los príncipes alemanes que defendían el protestantismo se unieron en la Liga de Esmalcalda. Aunque en principio les Carlos V venciera en Mülberg en 1547, la intervención de Mauricio de Sajonia, aliado con Francia, y la derrota en Innsbruck obligaron al emperador a firmar en 1555 la Paz de Aubsburgo, por la que se reconocía al protestantismo como religión y se permitía que cada uno de los príncipes alemanes (recordemos que el Sacro Imperio estaba dividido en multitud de estados independientes) eligiera la religión que debían profesar sus súbditos, acrecentándose la intolerancia y persecución de disidentes.


  Alemania tras la reforma protestante: En verde, gobiernos católicos,  en amarillo, luteranos, y en violeta, calvinistas.

   Esto terminaría totalmente con la idea de la Europa cristiana unida por vínculos religiosos que tanto había defendido Carlos V.


      Edito la entrada para añadir las fuentes principalmente utilizadas:

              Historia Universal, Ed. El País. Madrid, 2005.
             Gran Enciclopedia Larousse Universal  Ed. Plaza&Janes S.A. Editores. Barcelona 1979
        En línea:   http://blogs.ua.es/carlosv/category/politica-exterior/
                     http://bib.cervantesvirtual.com/historia/CarlosV/7_6_heras.shtml 
                     http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_I_de_Espa%C3%B1a